28 Abr Andaltec demuestra la viabilidad del uso de hueso de melocotón para fabricar bioenvases plásticos para la industria alimentaria
El Centro Tecnológico del Plástico (Andaltec) ha logrado importantes avances en el proyecto de I+D Agropack, enmarcado en la medida 16.1 del PDR 2014-2020 de la Región de Murcia, financiado a través de los fondos FEDER y de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, que tiene el objetivo de desarrollar bioenvases a partir de desechos del melocotón y otras frutas de hueso. Esta iniciativa pretende poner en el mercado packaging sostenible, a la vez que se reducen los residuos y se da un uso económicamente rentable a los detritos del melocotón, muy abundantes en España. El biomaterial desarrollado servirá para la fabricación de envases y embalajes de productos hortofrutícolas, y cualquier otro uso relacionado con el packaging (cajas,bolsas, recipientes, contenedores…).
La misión de Andaltec en este proyecto es determinar las metodologías de revalorización del melocotón y otras frutas de hueso y el procesado de las mismas para obtener productos de alto valor añadido que se puedan aplicar en la fabricación de envases. En el segundo año del proyecto, los trabajos se han centrado en el desarrollo de composites de material polimérico biodegradable con diferentes polímeros.
Para ello, se ha llevado a cabo una metodología basada en cuatro etapas: separación de las diferentes fracciones del melocotón fresco, desarrollo de composites biodegradables aditivados con melocotón en diferentes porcentajes, fabricación de filamento de impresión 3D y fabricación de probetas para caracterizar el material y obtener información acerca de las propiedades mecánicas del material.
Una vez finalizados los ensayos, los investigadores del centro tecnológico han hallado que el hueso de melocotón es la parte de la fruta que mejor se adapta para su uso como materia prima para fabricar bioenvases. “El material obtenido se grancea con facilidad y se consigue un tamaño de partícula adecuado mediante el molino criogénico. La matriz acepta un 24% de hueso de melocotón, dispersándose bien y procesándose con una facilidad acorde al porcentaje en cuanto a extrusión”, explica Mariló Ramírez, investigadora responsable del proyecto por parte de Andaltec.
El hueso de melocotón tiende a aglomerarse cuando se trata de la fabricación de filamento de impresión 3D, por lo que se ha planteado como alternativa la fabricación de prototipos mediante inyección, que se ha conseguido con resultados positivos. El consorcio del proyecto Agropack, financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural y la Consejería de Agricultura de la Región de Murcia, está integrado por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia (UPA), la ambientóloga Lucía López, la SAT «Los Marines», Agromarketing como agente de innovación y comunicación, y Andaltec como socio tecnológico.
El proyecto Agropack pretende la sustitución de los envases y embalajes de productos agrícolas fabricados en materiales potencialmente contaminantes por otros biodegradables, reducir los residuos procedentes de la industria alimentaria al darle un aprovechamiento económicamente rentable para el productor, cerrando el ciclo de las industrias manipuladoras y conserveras de fruta de hueso al transformar sus residuos e integrarlos de nuevo en el ciclo productivo.
Ramírez explica que este proyecto tiene una repercusión económica, social y ambiental extraordinaria al incidir en la reducción, tratamiento y aprovechamiento de un residuo que supone entre un 10 y un 28 por ciento de la producción total de fruta de hueso. Y todo ello en una zona, la Región de Murcia, que es el mayor productor de Europa y principal zona de producción nacional. Además, desde el punto de vista tecnológico, significa dar solución a uno de los problemas más importantes con los que se encuentra el productor o manipulador de fruta de hueso, ya que se le da una salida viable económicamente a la eliminación de los residuos procedentes del destrío de la fruta de hueso. El objetivo es que los procesadores de esta materia prima se puedan hacer cargo de los costes de transporte y almacenamiento de los residuos, dado que obtendrán de ella una rentabilidad una vez transformada.