Andaltec fue la responsable del trabajo de I+D para el lanzamiento de la empresa Bioammo, que ha puesto en el mercado los primeros cartuchos fabricados con plástico biodegradable y cargados con componentes metálicos. La munición tiene dimensiones y peso muy similares a los proyectiles metálicos que existen actualmente en el mercado.
Estos cartuchos, que se emplean para la caza y el tiro deportivo, son únicos a nivel mundial, están patentados en más de cincuenta países e incluso han despertado el interés del gigante de la munición norteamericana Winchester.
El uso de plástico biodegradable en munición aporta dos grandes ventajas. Por un lado, es un producto más sostenible, ya que se degrada y no contamina el entorno en el que se realizan los disparos. Por otro, es mucho más seguro, ya que estas balas de material plástico provocan un daño mucho menor y pueden evitar las heridas o accidentes mortales que se producen en ocasiones.